lunes, 9 de enero de 2012

Inversiones municipales, qué mal negocio

Mi amiga Re, titular de la concejalía de infraestructuras, se queja con razón de que el despilfarro en inversiones del Gobern de la Generalitat es la consecuencia mediata de que no lleguen transferencias para gastos de mantenimiento de la ciudad.
-Tienes toda la razón Re, porque los dineros que os llegan vía impuestos o transferencias son para gastar, no para invertir-. No puedo ocultar mi inteción por alagarla y , a la vez reprenderla.
Porque hubo una vez que el PSOE de Ontinyent defendía invertir más y gastar menos. Bueno, esa es buena norma para la empresa privada, pero el Ayuntamiento no es empresa y menos privada. Las inversiones tienen sentido si crean riqueza, pero a la vez toda inversión produce gastos en el futuro, por eso debe ser suficientemente rentable para cubrir los gastos y tener beneficios. Pero la Generalitat  han trasladado los fondos destinados a gastos a cubrir inversiones improductivas (Formula 1, Ciudad de la Ciencias, Aeropuerto de Castellón, Canal 9, etc), con lo cual tenía que aumentar los impuestos y pedir más y mayores transferencias al gobierno del Estado.
Mi querida y valorada Re, esta práctica que tu ahora criticas ha sido el método político general practicado en muchas Comunidades Autónomas, pero el gran maestro del despilfarro ha sido el gobierno presidido por tu estimado ZP, autor del mayor déficit público jamás conocido en el año 2010, nada menos que el 11 % del PIB, unos 120.000 millones de euros. Y lo que es peor, con todo el poder del Estado en su mano, no hizo nada por remediarlo legislando cambios estructurales tan demandados por la sociedad, hasta el punto de empobrecerla a niveles que se resisten a tocar fondo.
Pués sin soltar el hilo que conduce a esa jerga festivalera del argot despilfarro, tropiezo con las inútiles inversiones que mi ayuntamiento ha estado ejecutando durante más de 30 años, así como a la manida costumbre de los autonominados socialistas de hacer que disminuya el paro a base de contratar funcionarios digitales con los impuestos del común mortal.
Inversiones de la envergadura del polideportivo, museos, bibliotecas y edificios producen gastos cuyo montante remediaría toda la deuda que debe pagarse dia a dia, unos 10.000 euros, 300.000 euros al mes o lo que es lo mismo 3,5 millones de euros al año. Pero el ayuntamiento hace muy poco por solucionarlo.
Más de 300 funcionarios municipales para un pueblo de 36000 almas son demasiados. Ese gasto de personal es desmesurado para la economía del pueblo y ante la obligación de pagarlo se desvían fondos que podrían remediar los males que la concejala protesta.
Aquellas inversiones, Rebeca, y estos gastos son los responsables de que hoy estés a dos velas, como se suele decir. Pero las inversiones y los gastos son conceptos sin alma, ficciones sin responsabilidad. Habría que poner el complemento nominal para identificar a los responsables que se ejercitaron en tantos desmanes y que no han cesado en toda nuestra historia democrática en la tal, tal y tal ciudad de Ontinyent, a 9 de Enero y de noche.
Que Dios guarde muchos años.
PD.- Re, en lugar de regalar licencias para hacer Hospitales que nadie ha pedido su construcción, regala licencias para que cualquier persona pueda abrir un negocio o ejercer una actividad, todo legal, bajo su responsabilidad y bajo la supervisión no coactiva del ayuntamiento. Triunfarás.

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