Era mucha la expectativa creada por el consejo de ministros de hoy, era como esperar que de sus acuerdos surgiera un año menos malo del anunciado por analistas nacionales e internacionales. Sin embargo temo que las medidas adoptadas no nos ayuden a salir de las profundidades, porque este gobierno sigue pensando, como su antecesor ZP, que son ellos y sólamente los políticos los que nos rescaten de la oscuridad económica.
En primer lugar, reducir 8900 millones de gasto está muy bién, porque así se reduce el tamaño del Estado, que es como una soga sobre el cuello del sector privado. El problema es que hasta los 16500 millones que Rajoy anunció en su investidura queda el trecho nada desdeñable de 7600 millones que quieren cubrir con una desgraciada subida de impuestos, de momento el IRPF y rentas del capital, es decir pagar más por lo que ganamos y por lo que ahorramos. De nuevo, el gobierno de España desconfía de sus ciudadanos, tanto trabajadores, pero sobre todo emprendedores, que con iniciativas, arrojo y aventura pueden conseguir que la economía española prolifere hasta objetivos inimaginables.
Pero, en segundo lugar, queda lo más difícil, la meta imposible de alcanzar con estas medidas anunciadas: rebajar el déficit público desde el más que posible 8 % del PIB hasta el 4,4 % en un año, o sea, casi 40000 millones de euros. Si con la subida de impuestos y la bajada de gastos se alcanzan 16500 millones, ¿cómo alcanzaremos los 23500 restantes? Con más subidas de impuestos creo que no es posible. Se prevee una bajada del PIB en 2012 de más del 1 %, por tanto los impuestos no serán la fuente donde beba el déficit para paliar su sed. La única solución es bajar mucho más el gasto público, vender y/o cerrar empresas públicas y vender muchos activos patrimoniales y privatizar servicios.
El rodeo por donde este gobierno nos quiere llevar puede tener un significado político: esperar a las elecciones andaluzas, que es el tiempo que se ha dado para presentar los presupuestos del Estado. Mientras tanto continuará la sangría económica iniciada hace 5 años por el gobierno socialista cuando no quiso emprender reformas estructurales y aumentó los impuestos, y que fué muy criticado por el PP de Mariano Rajoy.
Si el déficit público se acerca al fatal 8 % del PIB, la única forma de alcanzar el 4,4 % exigido por Bruselas es disminuir mucho más el gasto público, vender empresas y servicios que ahora son públicos y promover el ahorro de familias y empresas privadas.
1 comentario:
Un comentari excelente sobre la gran mentira que es Rajoy. Maricomplejines nos va a poner a todos de los nervios. Al tiempo.
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