domingo, 19 de febrero de 2012

Presupuestos 2012

 el problema verdadero sigue aparcado, no reconocido como el factor determinante, al que nadie renuncia: el gasto disfrazado de derechos sociales
Entretenido con la lectura de la sesión que aprobaron los presupuestos municipales el pasado miercoles 15 de Febrero, el estribillo de la canción entonada por el gobierno de la izquierda me devolvía recuerdos de años pasados gobernados por el tan odiado periodo popular. El estribillo viene a decir: "los de este año han sido difíciles de elaborar, los ingresos superan a los gastos en 1 millón de euros, reduciremos el déficit histórico". Sucedió en los presupuestos de 2009, 2010, 2011 y, como no podría ser de otra manera, de 2012. En el año 2009 el presupuesto de ingresos fué de 33,9 millones, en 2010 de 29,4 millones, 27,4 millones en 2011 y de 26 millones previstos para 2012. Pero hasta el año 2009 los presupuestos fueron crecientes. Siempre tratan de equilibrar los ingresos con los gastos o prevenir un superavit para reducir el déficit crónico producido por la mala gestión y/o la falta de transferencias del Tesoro Público.
Pero hay asuntos que cantan, como que
1.- Todas las corporaciones han tratado de reducir los gastos en base a la crisis de ingresos.
2.- En tan sólo tres años el presupuesto de gastos se ha reducido en más del 25 %.
3.-Los nueve millones que hoy no se van a gastar respecto a 2009 es un gasto supérfluo, digamos inútil, no necesario, incluso despilfarrador.
Si se mantienen los ingresos previstos, es posible que el presupuesto cierre el año en equilibrio con los gastos, habría que hacer un seguimiento diario de las previsiones. Lo peor puede suceder si la caida del PIB se amplifique en Ontinyent como viene sucediendo desde el comienzo de la crisis en 2008. Entonces será irremediable otro cierre deficitario.
Ninguno de los partidos políticos que han gobernado ha querido coger el toro por los cuernos, como se suele decir. Porque el problema verdadero sigue aparcado, no reconocido como el factor determinante, al que nadie renuncia: el gasto disfrazado de derechos sociales.
Ellos, los gobernantes nos han hecho depender del gasto a base de aumentar los impuestos. Ellos mismos  pueden ahogar nuestra necesidad si no detienen la inmensa sangría de los 300 trabajadores que seguimos subvencionando con nuestros impuestos.

P.D. La izquierda que gobierna el ayuntamiento debería agradecer a Mariano Rajoy la recaudación de más que cobrará el municipio gracias a la subida del impuesto de bienes inmubles -IBI-, que representará 500.000 euros más de ingresos.




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