Una ley para acceder a la información pública: increible

- Buenos dias sr. funcionario.
- Los tenga vd sr. contribuyente.
- Desearía conocer el gasto producido por el alcalde en su visita y exposición a la feria de turismo.
- No estoy autorizado a facilitar esos datos.
- Si se ha marchado con el dinero de mis impuestos, quiero conocer la productividad de la exposición.
- Lo siento, ¿desea algo más?
- Sí, que le parta un rayo.
No hablaré del funcionario, aunque debo decir que esta es la actitud que no deberían tomar puesto que no tienen facultad para negar una petición del contribuyente.
A partir de ahora, con la Ley de Acceso a la Información los funcionarios tendrán menos poder para exponer sus deseos. Pero me temo que servirá de poco para que los políticos continúen paseando por su jardín, haciendo y deshaciendo subvenciones, participaciones en empresas públicas y privadas, incluso creando su propia empresa pública cuando quieran desviar fondos que nadie puede fiscalizar.
Más efectiva hubiera sido la ley que prohibiera a cualquier político con poder (acceso al dinero público) dar subvenciones, comprar participaciones o crear una empresa pública. Recordemos que estas tres maneras de hacer desembolsos en nuestro ayuntamiento han ocasionado problemas a sus responsables:
1) El gasto producido por las subvenciones indiscriminadas a asociaciones de vecinos, deportes, cultura, fiestas, etc ha sido de magnitud no desdeñable en anteriores corporaciones y de beneficio cero, hasta el punto de ser lo primero que los presupuestos han decidido casi eliminar, porque no hacían ninguna falta.
2) La participación de 30.000 € públicos en una TV privada valenciana que puso el alcalde hace 8-10 años por ser de la misma línea ideológica (socialista) provocó desasosiego en el pueblo cuando poco tiempo después supimos que la empresa de la TV había quebrado.
3) Nuestro ayuntamiento creó una empresa 100% pública de televisión para gozo del mandón, también hace unos años, con dinero de los impuestos del pueblo, cuyos gastos anuales superaban los 150.000 €. (Dicen los que mandan que han liquidado la empresa y puesto a la venta el material, pero siguen gastando la mitad en MK televisión para retransmitir fiestas, donde ellos salen maquillados y sonriendo).
Mientras los políticos con tentáculos de pulpo tengan acceso a esos gastos, los vecinos no estaremos a salvo de sus implicaciones en corruptelas y desaguisados a cuenta de inventario pagado con nuestro dinero. Por eso, insisto, hace falta la ley que les prohiba echar mano de la caja para satisfacer sus caprichos electorales.

Museo textil

La improductiva actividad de reivindicar el sector textil ofreciendo local, becas y fondos abanderada por el alcalde Jorge Rodríguez es la mejor manera de bailarle el agua (hacer la pelota) al segmento productivo más importante en los últimos 50 años.
Un inconsciente Rodríguez sigue manejando dinero público para un fin que no aporta nada productivo a las arcas públicas y privadas de Ontinyent.
Nos hablan de un museo fantasma, que figuraba en la mente de unos empresarios sin convicción para el éxito, que supieron vender la idea a un alcalde "pa el pueblo", y que nunca facilitaron las cuentas al pueblo de los costos anuales de su no existencia.
Es otro engaño para gozo del político con el dinero de todos.

Errores políticos pagados por personas inocentes

En más de una ocasión he comentado en este blog que la ignorancia de tantos políticos en el conocimiento de su acción les lleva a creer que son infalibles en sus decisiones, que piensan que atesoran un conocimiento muy superior al de todos los ciudadanos juntos -lo cual es un imposible objetivo- y que no quieren saber que de sus decisiones erróneas surgen afectados con daños materiales medibles y en muchos casos males que afectan a la esfera síquica.
Viene al caso este preámbulo después de leer la noticia que publica elperiodic.com que pueden leer en este enlace. 
En resumen, en el año 2002 y 2004 el ayuntamiento aprobó en la ordenanza sobre ocupación de via pública, una tasas abusivas a tenor de sendas sentencias dictadas por tribunales de Valencia contra nuestro ayuntamiento, por la demanda de la asociacion de constructores ante el juzgado correspondiente. Antes de apelar, hubo negociaciones entre las dos partes, con ayuntamiento presidido por el PSOE primero y por el PP después, en ambos casos se negaron a reconocer la injusta cuantía de la tasa.
El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana ha condenado al ayuntamiento de Ontinyent a devolver más de 38.000 euros cobrados en exceso a la asociacion de constructores y promotores, como supongo que además deberá pagar el coste de todo el proceso, el total puede representar un 0,25 % de la partida de gastos del presupuesto de 2012. En definitiva, más dificultades para todos.
Las personas conocemos y practicamos dia a dia el acuerdo, la negociación, el consenso, de lo cual salen beneficiadas todas las partes. Pero rechazamos la imposición, de hecho cuando una parte toma una postura intransigente para la otra parte, el trato no se cierra. Lo peor es que sin posibilidad de negociar, la otra parte te obligue a cumplir la ordenanza por imposición y amenazas (de hecho toda imposición implica una amenaza), que es lo que sucedió en este caso.
Engreidos y mal asesorados, estos alcaldes han visto manchado su honor y su dignidad ante sus vecinos por la sentencia contraria a su ordenanza. Pero somos los vecinos los que vamos a soportar sus desmanes por la disminución o eliminación de los servicios que el ayuntamiento nos ofrece y ellos no pagarán los errores que entonces cometieron.

Joan Sanchis o el comienzo del fin del déficit y la deuda en Ontinyent

La crisis económica está poniendo a las cosas y a las personas que ejercen de políticos en su sitio

El ayuntamiento de Ontinyent vende el material de la tv municipal mediante la página virtual www.tendaontinyent.com, noticia que pueden leer haciendo clik aquí. Les digo un secreto: es una buena noticia, vender bienes y servicios municipales para aumentar los ingresos, en lugar de aumentar impuestos. Sinceramente, nuestro gobierno ha acertado, mira no urgar más los bolsillos de empresas y familias tan castigados desde hace más de tres años y se desprende de bienes patrimoniales que hacen bién poco y en tantas ocasiones sólamente sirven para aumentar el gasto con su mantenimiento.
Se pavonea el concejal Sanchis de que Rajoy en Madrid y Fabra en Valencia no hagan lo mismo, vender para no castigar al ciudadano. Tiene razón. Y eso ayuda a nuestros bolsillos, más si cabe si las palabras de Sanchis llegaran a los sótanos del Ministerio de Hacienda y de la Consellería de idem. Un gran ejemplo, sí señor.
Y una vez que se ha iniciado otra forma de hacer política por el gobierno del "compromís social comunista", si están tan orgullosos de no castigar más nuestras legítimas ganancias, ¿por qué no venden o traspasan o alquilan los servicios y bienes inmuebles que mellan el presupuesto a favor de los gastos? Hay ejemplos para dar y vender, si no se lo creen acudan a los presupuestos de 2012 y apuesten por las partidas de gasto más altas, las verdaderas responsables del déficit, y prioricen los gastos en los asuntos que nos conciernen a todos los ontinyentins. ¿Es el deporte un servicio público, lo es la cultura? ¿Benefician las subvenciones a las asociaciones de vecinos, a las sociedades festeras, al deporte, etc, a todos los vecinos por igual? A las dos preguntas yo respondo que no. ¿Son necesarios 300 empleados en el ayuntamiento para mantener los servicios que generan 25 millones de euros de presupuesto? Sinceramente, tampoco.
La crisis económica está poniendo a las cosas y a las personas que ejercen de políticos en su sitio. Éstos aumentaron el gasto público muy por encima de nuestras posibilidades contributivas y el sistema lo ha permitido. El remedio deben ponerlo los mismos que han provocado el problema con las herramientas conocidas por todos: ganas de servir a los ciudadanos del pueblo, acciones pletóricas de moralida, honradez en el manejo de los fondos públicos.
Insisto, muy bién por Sanchis y su gobierno. Espero no se quede en migajas y profundicen en lo mollar.