Se acerca otro primero de mayo, el día del trabajo. Los sindicatos calientan ambientes. Anuncian manifestaciones y afilan la lengua. Pero lo peor está por llegar pues las últimas llamadas son a la rebelión democrática contra los recortes.protestas contra los recortes tiene pocos nuevos seguidores, porque ... no hay dinero para tantas prestaciones educativas, sanitarias, pensiones y, sobre todo, para funcionarios
Las organizaciones sindicales basan su función en una perpétua reivindicación sustentada con los fondos del Estado, es decir con nuestros impuestos, extraordinariamente generosos de anteriores gobiernos y desmesurados en la coyunta que matrimoniaron con los gobiernos de ZP.
El gobierno Rajoy en que confiamos serios recortes presupuestarios, entre ellos subvenciones a sindicatos y otras organizaciones prescindibles para el funcionamiento del estado, está metiendo baza en la inmensa clase productiva que no tuvo culpa en el aumento del gasto público -origen y causa de la inmensa crisis económica actual- aumentando impuestos directos e indirectos, recortando prestaciones, amputando salarios.
Los sindicatos viven la pérdida de poder que ejercían sobre masas de trabajadores y suben la voz y el volumen del discurso, pero no por más chillar se tiene más razón. Además, tampoco han tenido influencia moral ni intelectual sobre la sociedad que respalde un cambio hacia las posiciones que reivindican.
Lo cierto es que sus protestas contra los recortes tiene pocos nuevos seguidores, porque lo que cada vez más gente entiende es que no hay dinero para tantas prestaciones educativas, sanitarias, pensiones y, sobre todo, para funcionarios, tampoco para los sindicatos.
Liberados sindicales a gogo, salarios desmesurados para la acción que ejercen, nivel de vida en desacuerdo con el discurso que propagan, corruptelas como mariscadas, cruceros y representaciones ostentosas, no es la imagen que muchísimos trabajadores desean de sus representantes. Aquellos polvos trajeron estos lodos contaminados donde los brotes verdes del fantasma ZP se marchitaron.
Rien ne va plus. No va más. Se acabó.