Enhorabuena, Jorge, eres el nuevo alcalde de Ontinyent. Y deseo que tus iniciativas, tu comportamiento y tus esfuerzos se encaminen a mejorar las ilusiones de un pueblo "quemado" por la crisis económica.
He leido el discurso de tu investidura como alcalde. Para mí ha sido un discurso de gestos e intenciones aún no programadas, por lo que mereces un tiempo, corto, de espera. Corto pues no hay dilación posible ante la dura realidad: paro creciente, empresas atónicas, autónomos en espera y hambre, pobreza, flaquezas de unas personas que han encontrado la miseria sin buscarla ni, mucho menos, esperarla.
Me preocupa tu discurso cuando hace referencia a cuestiones básicas de la normalidad democrática, concretamente a la regeneración democrática. Estoy de acuerdo en que la democracia debe estar regenerándose constantemente, pero ella a través de sus componentes, los ciudadanos, personas, vecinos. La misión vuestra, la de los políticos, bajo mi punto de vista, es la de reconciliar en lugar de separar. En el ambiente nada hostil consecuente a la reconciliación nos desenvolvemos mucho mejor los que conformamos vuestro poder, la comunicación es fluida y el acuerdo entre partes es inminente.
Las palabras son bellas cuando suenan en vísperas de acontecimientos favorables. Pero la guerra aún no ha acabado y el pueblo no sabe qué intenciones teneis los de arriba para llegar a la batalla final. En estos momentos,Jorge, lo de menos es ganarla, lo que más importa es que se acabe este infierno de penuria en que se mueve nuestro Ontinyent. Por eso decía más arriba que importa conciliar en lugar de ganar porque eres el centro del poder local. Decía Bertold Brecht en Canciones para después de una guerra: en la guerra hay vencedores y vencidos, los vencidos pasan hambre, los vencedores también la pasan. En términos metafóricos utilizo la palabra guerra, aunque todos sabemos que es incruenta, pero pretendo darle el énfasis apropiado para acercar el término crisis a la realidad económica.
Y la realidad del momento hace sangrar heridas abiertas cuando se usan palabras poco entendibles como aquella de sostenibilidad, tan preciada por los políticos, tan ajena a los que sufrimos sus consecuencias cuando la aplicais con menosprecio a los emprendedores. Se ha convertido en el "cajón desastre", en el arma que usais para detener proyectos que no os satisfacen. Los proyectos no destruyen, antes al contrario, construyen, enriquecen. Siendo la palabra sostenibilidad una iniciativa política, sin embargo la habeis convertido en un recurso técnico para paralizar iniciativas. He ahí el equilibrio que debes mantener para que tus acciones visibles no decanten tus preferencias y seas así el flóculo donde se concentre constantemente la conciliación.
En fín, Jorge, espero dialogar y confrontar opiniones a lo largo de este nuevo período legislativo, como lo hemos hecho en estos años atrás, porque supongo que mantendrás vivo el blog.
Reitero que por el bién de los vecinos de Ontinyent tengas todo el éxito que nuestro pueblo merece.
Te deseo toda la suerte necesaria para el buén gobierno. Un fuerte abrazo
No hay comentarios:
Publicar un comentario