Jorge Rodríguez, alcalde de Ontinyent, comenta cosas sobre la economía con contradicciones basadas en la confusión y la falta de claridad en los conceptos que atañen los bolsillos de sus vecinos. Ha sido en una entrevista concedida al diario Levante el pasado viernes. Comentando las medidas del gobierno de España sobre la reducción de ediles se queja de que "el ahorro no puede ser el objetivo, tiene que ser el medio para hacer lo que es importante hacer", porque "son muchos los expertos que apuntan que es imprescindible hacer una política de incentivación de la economía", pero no nos dice qué política es la que hay que hacer. Porque las políticas de incentivar la economía están basadas en aumentar el gasto público y ese ha sido el gran desastre donde han confluido los gobiernos autonómicos y el gobierno central.
Es por tanto, la reducción del gasto el principal objetivo de la política económica de cualquier gobierno, aún más cuando la crisis de la economía está cambiando la silueta de nuestra nación. Ahorrar y no gastar es el objetivo de cualquier actuación pública, porque si del ahorro se hace el medio para incentivar otras políticas volveremos a gastar en asuntos innecesarios. Para muestra un botón: si dejo de gastar en alquileres para aumentar la liquidez del ayuntamiento y poder pagar sus deudas, no se entiende que esa reserva se convierta en subvenciones para asociaciones absolutamente prescindibles de la vida pública. No olvidemos que más de doscientos mil euros de ahorro los van a gastar en subvenciones para asociaciones deportivas, culturales, de vecinos, etc, lo que hace pensar que las devoluciones de préstamos se retrasarán irresponsablemente, recayendo sobre los vecinos más intereses y gastos bancarios.
Sigue diciendo el alcalde que "la necesidad de generar una nueva promoción económica requería partir de un plan de ahorro", o sea que para iniciar algo hay que tener ahorro, dinero suficiente para gastar, o lo que es lo mismo, que la reducción del gasto es el principal objetivo. Todo contradicción.
No conocemos el dinero y los medios humanos y técnicos que utiliza nuestro alcalde para promover la economía, principal artilugio de su política. Hasta ahora son todo palabras. Cuantos más medios públicos gaste para incentivar la economía, más se alejará del objetivo cierto de cualquier política económica: promover el ahorro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario