La esencia de la democracia es la limitación de poder de los gobernantes.
Decía Rubalcaba hoy en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros "o bombas o votos", es decir o los partidos probatasuna se apartan de ETA o convencen a ETA, y apostillaba que eran las dos únicas posiciones en una democracia y que era necesaria la unidad para el fortalecimiento de la democracia.
Olvida el Ministro que hasta hace poco tiempo su gobierno ha caminado por otras vias para "solucionar" el problema ETA y la democracia no peligró. Despista D. Alfredo al referirse a la unidad como pilar democrático y sin embargo su gobierno impuso el diálogo con los terroristas, en contra del consenso establecido en el gobierno Aznar, y la democracia no se derrumbó.
Les viene bién a algunos gobernantes anunciar calamidades para seguidamente erigirse como la solución al conflicto. Mencionan verdades a medias, falacias, incluso mentiras para ofrecerse como el camino para arribar al buén puerto. Al final de estas intervenciones acentúan la palabra unidad, consenso, todos juntos, que es el tic que les queda o que han incorporado a su pensamiento como reminiscencia de la tiranía que también gobierna con mayorías, como la democracia.
La regla de la mayoría no es la esencia de la democracia decía Karl Popper en La sociedad abierta y sus enemigos (1945), la esencia de la democracia es la limitación de poder de los gobernantes. Los gobiernos elegidos democráticamente pueden gobernar, faltaría más, pero debe primar como norma constitucional el respeto a la minoría.
Por esto, quienes ocupan el poder no pueden menospreciar, ni mucho menos expulsar a los oponentes e incluso a los meros discrepantes de la sociedad civil.
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