En España, la libertad se extingue, mejor dicho, nuestro gobierno socialista está lanzado a mermar nuestra toma de decisiones. La última decisión que ha tomado es reducir la velocidad en autovía a 110 km/h para ahorrar en combustible. No soy yo ni tú, amigo blogero, quienes decidimos en que gastar menos. Aquél monumento al buenismo proteccionista que nos conducía a limitar la velocidad para evitar accidentes ha sido sustituido por este otro: "nosotros el gobierno os diremos dónde teneis que ahorrar".
Mientras tanto ellos, el gobierno, "predican" con sus ejemplos: siguen aportando millones de euros a los sindicatos UGT y CCOO, aumentan las subvenciones al cine español aprovechando la descomunal bajada de la taquilla, permiten a las CCAA endeudarse más pese a la mínima garantía que estas ofrecen a los inversores, van a nacionalizar las Cajas a base de poner más dinero, etc.
El gobierno socialista impone leyes que merman nuestra libertad individual, empobrece al país subiendo las cotizaciones sociales y los impuestos, baja las pensiones y el salario de los funcionarios y sigue aumentando el gasto público vía subvenciones que no producen riqueza.
El gobierno utiliza la ley para imponer su voluntad, que no es la voluntad de todos. Atizar con leyes a un pueblo sometido es como abrir el camino hacia el totalitarismo. El exceso de leyes y abusar de ellas lleva a nuevas construcciones carcelarias. Cada ley que se promulga sin tener presente los derechos fundamentales conduce al camino de imposible retorno.
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