Lo que estoy proponiendo es que Jorge Rodríguez explique cómo se desarrollan sus propuestas ante un funcionariado acomodado y una Ley de Régimen Local intervenida por los gobiernos y además anquilosada y rígidaEstamos en vísperas de elecciones. Con ellas llegan las promesas, las ofertas y las rebajas, que en política se reeditan cada cuatro años. Es momento de renovar ilusiones con artilugios basados en tecnicismos que poco explican y nada aportan.
Me refiero en este momento a la información que ha dado Jorge Rodríguez, candidato socialista al ayuntamiento de Ontinyent (conste que más adelante lo harán los otros partidos concurrentes), la cual me satisface como la crema cosmética que rejuvenece un poco y momentáneamente mi piel, porque cuando se refiere a que creará una administración que vincule los salarios a objetivos está diciendo todo lo contrario de lo que otros de su partido han dicho de la productividad que es lo mismo que decir que la productividad no es la variable que fije y desarrolle los salarios, sino el IPC, la inflación que crean los gobiernos en su constante intervención en la economía, el motor del empobrecimiento general, el tsunami más dañino que los gobiernos envían a la sociedad cual plaga devastadora de riqueza.
Sin duda Jorge es contrario al argumento que fija los salarios a la productividad y al progreso económico y social y es tan amigo del convenio colectivo y del salario mínimo como lo es su desiderado ZP. Me gustaría equivocarme, sinceramente, porque significaría un cambio en las ideas de algunos socilistas sobre el intervencionismo, la manipulación y la ingeniería política que hasta ahora ha ejercido su partido sobre nuestra sociedad.
Lo que estoy proponiendo es que Jorge Rodríguez explique cómo se desarrollan sus propuestas ante un funcionariado acomodado y una Ley de Régimen Local intervenida por los gobiernos y además anquilosada y rígida.
Respecto al funcionario, no me imagino a los socialistas por lo que representan, no por los que son y quienes son, dirigir una negociación contraria a los derechos de clase (menuda contradicción) reivindicada por el palo mayor o UGT de la enarboladura PSOE. La intentona tiene visión electoralista, ninguno de los 4 primeros de la lista tiene experiencia en estas lides negociadoras. No tienen más remedio que tirar de manual. Y el manual es contrario a sus principios.
La Ley de Régimen Local es obstáculo para cualquier demácrata que se precie. Esta ley puso a los ayuntamientos bajo los caballos del centralismo más absolutista, sin posibilidad para desarrollar con libertad y autonomía una iniciativa económica fuera del juego del "monopoli".
“El funcionario y el ayuntamiento han de estar al servicio del ciudadano, pero para que esto sea así es imprescindible un nuevo gobierno en Ontinyent”, ha destacado Jorge Rodríguez.¡Buf! Al servicio del ciudadano ... otra vez la misma canción. Más de 30 años repitiendo. En la Universidad no se admite a los alumnos que repiten tanto. Insisto, la imagen del funcionario tras la ventanilla y el "vuelva Vd. mañana" de Mariano J. de Larra son producto de la acción del centralismo absolutista y conservador que se prolongó más allá de la dictadura del General Franco en la actual Ley de Régimen Local de 1985.
Las medidas que faciliten el acceso a la administración son bién venidas puesto que afectan a todos los ciudadanos por igual, pero deben ser efectivas, la eficiencia es secundaria.
Respecto a asumir la promoción económica, algunas de las posibilidades las expuse en su día en este post.
Lo que nos dicen los candidatos a alcalde se tiene que coger con alfileres porque la ley actual tiene a los alcaldes bién atados y sus ideologías son las poleas de transmisión del motor del centralismo.
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