El PP de Insa debe experimentar un cambio radical. La lucha en la cúpula por el poder quedará en otra escisión (la enésima)
Cuando el PSOE presumía de una dilatada historia democrática al cumplir los 100 años de existencia, fué utilizado el evento con un slogan: 100 años de honradez. Así se daba crédito a un partido poco conocido, puesto que el franquismo prohibió toda actividad política. El Partido Comunista de Santiago Carrillo y Dolores Ibarruri "La Pasionaria" que estaba a la greña con el PSOE, inmortalizó el momento con esta frase lapidaria: 100 años de honradez y 40 de vacaciones.
Viene al caso esta anécdota para ilustrar los 4 años de vacaciones que se ha tomado el PP de Lina Insa desde que perdió la alcaldía en Mayo de 2011. Critica que el actual gobierno municipal no ha convocado la Comisión del Patrimonio, como si de ella dependiera el futuro patrimonial de Ontinyent. Esta comisión, como todas las existentes, tienen caracter consultivo, no deciden nada y sus acuerdos o informes son reiteradamente puestos en solfa por el propio alcalde, como ocurrió en tantas ocasiones anteriores.
Como son incapaces de decidir políticamente, crean comisiones para disfrazar sus decisiones y silencios. PP, PSOE y la asamblearia Compromís conforman el triángulo equilátero, en el que es imposible identificar el lado y el ángulo que corresponde a cada partido, igual en la economía -piedra imprescindible de la acción política- como en la toma de decisiones.
Unas vacaciones tan dilatadas van a dinamitar el progreso democrático de esta ciudad. El PP de Insa debe experimentar un cambio radical. La lucha en la cúpula por el poder quedará en otra escisión (la enésima). Su comportamiento resume la extrema debilidad de ese grupo y una irresponsabilidad hacia los miles de votantes que aún no saben dónde depositar el voto en próximas elecciones.
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