Miedo a la libertad de enseñanza

  
Para lograr que la civilización prospere es preciso proclamar la libertad de enseñanza, liberarla del oprobio e intereses de unos gobernantes y emanciparla de las garras de los gobiernos.

En su blog, mi amiga Re firma su pequeño manifiesto sobre la educación, afirmando que la falta de financiación es un retroceso en la calidad. Dice que "la millor herencia que podem deixar a les properes generacions es una bona formació" y yo le apoyo, pero una cosa es decir y otra dejar que los demás puedan elegir la educación que quieren para sus hijos, porque la libertad de elección de los padres está cercenada por el gobierno.
Es el pensamiento la función primera que identifica al hombre en relación con los seres que le rodean y es el pensar la más libre entre las facultades del hombre. Muchos gobiernos han tratado de esclavizarlo de mil modos, pero el control más severo es acudir al origen de donde emana el pensamiento, que no es otro que la educación. Una vez apoderada de ella, pueden dirigirla a su albedrío para moldear las personas a los intereses políticos del gobernante.
Claro que si esto es propio de los gobiernos opresores, tiranos, no es eso lo que el bién común ni los progresos de la sociedad demanda. Para lograr que la civilización prospere es preciso proclamar la libertad de enseñanza, liberarla del oprobio e intereses de unos gobernantes y emanciparla de las garras de los gobiernos.
En España no existe la libertad de enseñanza. En una sociedad libre los padres eligen el colegio y el tipo de enseñanza y formación que desean para completar la educación de sus hijos, para situarlos en la sociedad y la cultura que les ha tocado vivir. Al contrario, estamos asistiendo a un compendio de propaganda para aleccionar a los jóvenes con ilegítmos programas educativos.
La concejala Rebeca Torró de Ontinyent, haciendo suyos los despropósitos educativos del estado español que he denunciado, reivindica el agravio sustentando su argumento en los recortes en la enseñanza, pero la verdad es que la calidad depende de otras varibles además, como la disciplina, la excelencia o el cheque escolar como vehículo para que los padres se inicien en la libertad de elección.