viernes, 25 de enero de 2013

El ayuntamiento, el superavit y la coacción


...el dinero necesario para la actividad empresarial proviene de sus dueños o accionistas que aportan a la empresa como fondos propios, beneficios de las operaciones que realizan o prestado de las instituciones financieras ... los ayuntamientos obtienen sus recursos a través de los impuestos
 ¿Es lícito que un ayuntamiento gestione sus recursos para generar superavit? Unos responderán " ... y por qué no?", otros pensarán que rotundamente "sí" y algunos responederemos categóricamente "no", no es lícito que un ayuntamiento gestione su presupuesto con la mirada puesta en el horizonte del beneficio empresarial, sencillamente por que la institución pública no es una empresa.

Es sabido que el dinero necesario para la actividad empresarial proviene de sus dueños o accionistas que aportan a la empresa como fondos propios, beneficios de las operaciones que realizan o prestado de las instituciones financieras. Contribuyen líbremente a un proyecto con su trabajo y dinero y con sus garantías personales. De los bienes y servicios que ofrece, la empresa obtiene beneficios para pagar salarios, materias primeras y reservas para nuevas inversiones.

Sin embargo, los ayuntamientos obtienen sus recursos a través de los impuestos, palabra coactiva en sí misma, que obligan al ciudadano a depositar una parte de sus beneficios del trabajo bajo la amenaza de ser castigado. Y si las acciones de una persona están encaminadas a servir la voluntad de otro, podemos afirmar que estamos siendo coaccionados por éste.

Cada uno en su vida sabe que nadie puede utilizar la intimidación, la amenaza o la coacción para obligar a otro a que haga lo que yo quiero, porque sería atentar contra su libertad y eso está tipificado como delito. Esta consideración entra en conflicto con aquella que comentaba de la coacción de los ayuntamientos sobre sus vecinos para financiarse. He ahí la gran desigualdad que existe en muchas sociedades democráticas. Porque si aceptamos que es necesario contribuir para gestionar servicios comunes, también convengamos que los alcaldes ostentan un poder con limitados frenos y contrapesos que eviten incrementos arbitrarios de los impuestos. Sólamente personas dotadas de una moralidad impecable serían las elegidas para tan gran misión social, pero es sabido y aceptado que el poder corrompe, por tanto se necesita un poder limitado que evite excesos y atropellos.

Aquí está la gran diferencia entre un ayuntamiento y una empresa. Además, así como la empresa inca su función en el beneficio, el ayuntamiento realiza servicios para la comunidad. Si un resultado económico diera beneficios, el ayuntamiento debería recortar los impuestos en el próximo ejercicio, lo cual aliviaría a sus vecinos, sobre todo en estos años difíciles.

Jorge Rodríguez no lo quiere ver así, es respetable que quiera destinar los beneficios del ayuntamiento a crear empleo. Así lo ha pedido en la última reunión de la Federación Española de Municipios y Provincias. Pero no tiene argumentos que apoyen la necesidad de esa petición. Los beneficios que obtiene el ayuntamiento en su presupuesto deben destinarse a cumplir con sus obligaciones ante sus acreedores y luego, o a la vez, a cubrir los servicios presupuestados y ejecutados. 

Si aún así sigue habiendo superavit, que anuncie bajada de impuestos para el siguiente ejercicio. Estoy seguro que esa medida le reportará suficientes garantías para sumar más votos en las próximas elecciones municipales.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Observo con preocupación que gestionar bien el dinero de todos, reducir la deudas heredadas y gastar menos de lo que se ingresa en mitad de la Gran Recesión no es suficiente para felicitar a los gestores municipales. Y luego, proponer que se bajen impuestos.

Mime dijo...

A los inmersos en el pensamiento único os preocupa que los demás estemos preocupados por criticar lo políticamente correcto. Os fiais a pies juntos de lo que dicta el poder en lugar de exigirles transparencia en la ejecución del gasto. Los presupuestos municipales son elemento de propaganda que puede disfrazar el resultado de la acción política.

Anónimo dijo...

Ser contradictorio es humano. Pero sepa que se contradice cuando menosprecia a quienes reducen la deuda, congelan los impuestos y destinan más dinero a generar actividad cuando la iniciatia empresarial es débil y, en otros artículos, acusa a la izquierda por no hacerlo. Y el resultado de la acción política queda reflejada en la liquidación de los presupuestos, que, según ha dicho el alcalde, saldrá en positivo, aunque usted hubiera preferido lo contrario para seguir on su cantinela antiizquierdista. Lo lamento.

Mime dijo...

"...y destinan más dinero a generar actividad".
Ese es el fondo de mi último post, destinar dinero público a iniciativas que generen riqueza es la política económica, errónea bajo mi punto de vista, que han desarrollado todos los gobiernos de todos los partidos. Mire a su alrededor y verá desolación y miseria: Plan E de ZP, Confianza de Camps y los planes de Jorge Rodríguez para "incentivar" la economía están basados en las fracasadas políticas keynessianas que sólo consiguen aumentar el gasto público a costa, cómo no, de nuestros bolsillos, de empobrecernos más y durante más tiempo, alargar la agonía, impedir la prosperidad de cada persona.
Insisto, los presupuestos municipales justifican gastos y ocultan las iniciativas emprendidas y fracasadas.
Izquierda y derecha son accidentes que no podemos evitar, no por eso hemos de aceptarlos. La crítica es nuestra arma contra políticas no compartidas y el cachete es el castigo a los que hacen juegos de patio de colegio.
Saludos