Confianza, calidad, seguridad, precio, son cualidades desarrolladas por mis amigos los comerciantes para que compremos en su casa. Pero esas cualidades faltan en mi pais para que otros vengan a comprar las cosas que producimos o elaboramos. España ha perdido la confianza ganada durante muchos años de esfuerzo y sacrificio, nuestros productos siguen teniendo la calidad presumida pero los precios los hacen poco vendibles, lo cual produce pérdida de seguridad porque los compradores no entienden que sean más caros que los de otros paises.
En este estado de cosas me entero de la noticia económica del día La crisis del ladrillo también lleva al concurso a Construcciones Guijarro. Es más duro el camino cuando no se ve luz al final del tunel. "Hay que seguir luchando" nos animamos unos a otros, pero lo cierto es que casi a diario siguen cayendo empresas de indudable prestigio y consecuentemente, sus trabajadores.
Aquí me voy a comportar con dureza: sólo un gobierno que haga reformas en el mercado de trabajo, que liberalice los precios de la energía, que elimine subvenciones, venda todas las empresas públicas, congele la plantilla de funcionarios, en definitiva, rebaje el gasto público desde el 50 % del PIB a menos del 40 % (aproximadamente 400.000 millones de euros) en los próximos 4 años creará confianza para que España llegue a ser un pais atractivo.
Sabemos que el gobierno socialista de Zapatero ha conducido el pais a los niveles de pobreza actuales. Nadie cree que ese gobierno cambie la tendencia. Ya es hora de posibilitar un cambio. La lectura más clara de las elecciones del 22-Mayo es que estamos cansados de esa estructura ineficaz del estado en los últimos 4 años.
Mis amigos comerciantes fían menos que antes. Han reducido ventas, algunos han tenido que prescindir de sus trabajadores. "Motivos para creer", ¿se acuerdan? era el eslogan central de la campaña electoral del PSOE en 2008. ¡Cuánto mal hizo la propaganda!
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