Laminadoras y microtomos manuales (navajas) son instrumentos indispensables que debe manejar el PP si quiere seguir gobernando el ayuntamiento de Ontinyent. Entiéndaseme, no para presionar ni amenazar a la hasta hoy oposición, nadie desea esas artes en casa ajena, pero sí que pueden ser útiles para extirpar verrugas y laminar antojos propios, de puertas para adentro.
A los atentos seguidores de las cifras no se les escapa este análisis: primero, que en España ha barrido el PP pero en Ontinyent cojea, y segundo, por distritos electorales, el PP gane en los tres en votos a la Generalitat pero sólo gana en dos distritos en votos al ayuntamiento. ¿Es malo el PP local? Ni más ni menos que los otros grupos, pero alguien de la lista no cuadra con el resto, según yo infiero.
Eliminado el promontorio y laminada la fantasía el camino tiene mejor recorrido, incluso para los grupos afines a la idea de que la alcaldía debe ser del partido más votado.
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