lunes, 15 de febrero de 2010

El concejal de comercio invade propiedad ajena

La propiedad es un derecho inalienable de las personas. Y es una necesidad. Lo que el hombre utiliza, controla o deshecha implica propiedad. El derecho de propiedad se basa en la libertad de utilizar, controlar o deshechar un objeto o una entidad (pensamientos, ideas, u otro intangible). En la propiedad el hombre actúa y da valor a su comportamiento con el respeto a la propiedad del otro. Los representates de lo público casi siempre olvidan que no deben invadir nuestra propiedad a costa de perder libertad.

Un comerciante es una persona como Vd lector que decide montar un comercio, una tienda en este caso. Se vale de fondos propios y ajenos para financiar la inversión. Dispone de imaginación, fé en el proyecto y decisión para llevarlo a término. Después de un largo e inexplicable camino burocrático en el tiempo, no menos de 6 meses, consigue la licencia de apertura.
Los principios son inciertos. El comerciante compra, lleva contabilidad, abre y cierra a diario. Conoce a gente nueva, algunos serán clientes, les atiende como mejor sabe, se percata de sus gustos y comodidades y se adapta a ellos. Es labor de varios años. No todos triunfan.
Cuando esa tienda consigue estabilizarse, han pasado 2, 3 y hasta 5 años de trabajo diario constante. Ya es el medio de vida de su propietario, ya le permite abordar los ahorros para las necesidades familiares y futuras. Llegado a este punto, el comerciante ha recibido la fidelización de sus clientes porque ha sabido adaptarse a sus necesidades.
Dispone nuestro comerciante de un buén punto de paso turístico en el centro de la ciudad, por eso trabaja los fines de semana y festivos y cierra los lunes. Su comercio es referencia para los visitantes, los cuales aprecian el servicio que les da y los productos que ofrece.
Lo dicho hasta ahora es lo natural, creo que todos entienden que las cosas suceden así o parecido. Pero....
Por alguna razón, ha aparecido una banda de intimidadores y ha amenazado a nuestro protagonista con que tiene que cerrar ¡x co...! los dias festivos que "por eso dios los creó para descansar".
El jefe de la banda es el concejal de Comercio, D. Miguel Alonso, representante directo del dictador Conseller de Turismo valenciano, obediente propagador de los intereses de su partido, represor de las decisiones que libremente toman sus vecinos en materia de negocio y prohibiendo las decisiones que cada cual toma en su casa sin entrometerse ni dañar la propiedad del vecino. Nuestro comerciante se adapta a las preferencias  de sus clientes dándoles el servicio que desean, aporta valor a sus intereses y a los de su ciudad. Crea riqueza. Todo es tan normal para los bares, restaurantes y kioskos, sin embargo ¿por qué es diferente para "algunas" tiendas? ¿Quiénes son los arrogantes que determinan lo que se debe hacer y lo que se tiene que prohibir, sino unas personas diferentes a lo común, enrasando por abajo la calidad humana de los políticos?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me hubiese gustado hacer mis comentarios con anterioridad, pero el tema es tan clasico quew cualquier momento es bueno.
El Sr. Alonso, especialista en buracracia y multas, ademas de concejal jamas ni ha visto ni estudiado ni soñado lo que es un negocio, el sencillamente se entero de que la ciudad del Transporte iba adelante y se organizo para que el maximo trafico mercantil del mismo pasase lo mas cerca de el posible.../.... se apunte al PP de unos cuantos y albricias "CONCEJAL".
Quien es el ayuntamiento, como bien dice Vd. para establecer los horarios en un mercado libre, si libre es, que cada uno abra cuando quiera, o es que los bares, restaurantes, kioscos, no habren y cierran cuando quieren.../... si nos damos una vuenta por NY veremos como funciona el comercio. En fin muy triste.
PLIPAR