viernes, 1 de abril de 2011

Más deuda a las arcas del municipio

Con lo comentado, es posible pensar que el final del año se saldará con un aumento del déficit en 1,5-2 millones de euros.
Se vuelve a equivocar nuestro ayuntamiento presentando unos presupuestos ficticios. Peligroso es el presupuesto de ingresos, tradicionalmente basados en la actividad económica de la ciudad -construcción, aperturas comerciales, compraventas, tráfico- que sigue hundida en una inmunda ciénaga sin saber cuándo acabará tragándonos.
Se acaban los recursos donde el consistorio puede abastecer sus arcas, y los ciudadanos de este pueblo sin recursos tienen que hacer frente, además, al poder coactivo que aquél ejercerá sobre nuestros bienes cuando la falta de liquidez no pueda hacer frente a las tasas e impuestos que el ayuntamiento nos obliga.
La Generalitat no puede hacer frente a la construcción del nuevo hospital: tiene una deuda adquirida de más de 15.000 millones de euros por conceptos sanitarios. Si el ayuntamiento de Ontinyent exige el cobro de la licencia de 800.000 euros para una "necesidad primaria" y se convierte en el principal ingreso, la Generalitat puede pedir la exacción de ese impuesto como condición para seguir con el proyecto hospitalario. Ese dinero no se va a recaudar.
Como tampoco se cobrará en su totalidad la partida de tasas e impuestos que dependan de la actividad económica de la ciudad. Por lo tanto, 2011 será otro año de aumento del déficit presupuestario.
Sigue siendo improbable que en 2011 el ayuntamiento pueda vender inmuebles por valor de 1 millón de euros, por tanto, si no hay venta tampoco habrá ingresos: otro dato que hace peligrar el ingreso de esa partida.
Con lo comentado, es posible pensar que el final del año se saldará con un aumento del déficit en 1,5-2 millones de euros.
En una comunidad de ciudadanos informados, este dato podría ser suficiente para un cambio en la alcaldía. O quizás, la comunidad de ciudadanos informados sepa que ningún partido es capaz de gobernar sin contar con dinero para su promoción, léase subvenciones, fiestas, cultura y deporte. En este caso, los valores estimados por los votantes estarían en la comparación cualitativa de los candidatos, bién en la estética (más guapo que, qué bién habla, tiene dos carreras o sabe latín), en las espectativas subjetivas que alimentan, en la creencia en las siglas o en el amor/odio que surge fulgurante en el momento de la votación. 
No extrañe a nadie que durante 2011 se aprueben subidas de contribuciones e impuestos y se aumente la recaudación por sanciones administrativas dependientes del municipio: multas e impagos de deuda.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Supongo que soy uno de los más de mil vecinos de Ontinyent que votaron en 2007 a Camps y no a Lina Insa. En estos 4 años se ha podido comprovar por qué muchos optamos por no respaldar a Insa. En mi caso me abstuve y no voté a ninguna opción local. Ahora no me abstendré y votaré para que Lina vuelva a las aulas, de donde nunca debió salir. Cuatro años más de lina serían insoportables. Os lo podéis imaginar.