domingo, 9 de octubre de 2011

Nou d'Octubre con pena y sin gloria

 "... lo que nos queda por hacer, que es mucho, lo hemos de hacer entre todos [...] el mañana de Ontinyent comienza ahora".  Rebeca Torró, Concejal del Ayuntamiento por el Grupo Socialista

Esta mañana Ontinyent ha celebrado el 9 d'Octubre con un Pleno en el Palau de la Duquesa d'Almodovar y la concesión honorífica de títulos en favor de determinadas personas e instituciones de nuestra ciudad.
Repasando noticias del día encuentro ésta perla del discurso de la Sra. Torró, en la web del Ayuntamiento, una más de las grandilocuentes y vacías pronunciadas por algunos representantes y descritas en dicha web. Pero me voy a centrar en la de mi amiga Rebeca.
Cuando se instalan nuevos políticos en las instituciones democráticas, sobre todo si son socialistas o como les gusta, social-demócratas, quieren que la sociedad ponga el reloj en la hora que ellos prefieren, como si los vecinos estuviéramos esperando el pistoletazo de salida de una competición ficticia  No les interesa que un emprendedor necesite rellenar papeles y más papeles, hacer colas en los poco útiles mostradores del ayuntamiento, pagar dinero en esperas antes de abrir el negocio y contratar trabajadores y, lo que es peor, dejar pasar los meses para que ellos, los elegidos, den el visto bueno a un proyecto que, hasta ese momento está produciendo pérdidas al emprendedor y quebrantos a su familia y colaboradores.
Tampoco muestran interés en conocer la historia reciente sobre la responsabilidad que ellos tienen en el desastre económico que nos tiene a todos enclaustrados y asustados por el futuro más incierto de los últimos 50 años. Sí, ellos desde el ayuntamiento tienen su responsabilidad que no es poca, pero la tapan invitándonos a todos a trabajar con palabras y frases embaucadoras y rimbombantes para captar al que sólamente le queda esperar, porque ha perdido bienes, patrimonio, fé en sí mismo y el hambre ya no se separa de él.
Mientras estos elegidos propagan al aire serrano que se han bajado sueldos, gastos de limpieza, y otras pequeñeces dignas de adolescentes presuntuosos, siguen apostando por las subvenciones, y viajan para que la Generalitat o el Gobierno de España invierta en propuestas nada productivas y que comportan un gasto añadido para su manutención, léase cultura y deportes, o Teatro Echegray y Complejo Polideportivo.
Y mientras estos elegidos lanzaban soflamas para que iniciemos todos juntos una nueva lucha por espinosos caminos, a los organizadores de la carrera popular de la Vila  les habían adornado el camino con la subvención, eso sí, legal.
Y mientras emprendedores luchan todos los días con los trabajadores que les van quedando, por instalar nuevos negocios e iniciativas en nuestro término municipal, nuestro alcalde se adornaba con manidas muletillas (“Preguntem, no que pot fer Ontinyent per nosaltres, sinò que podem fer nosaltres per Ontinyent”), sin entender que somos muchos los vecinos que tropezamos en los inútiles impedimentos burocráticos, en la maraña de intereses municipales para que los ontinyentins libres no podamos hacer mucho más por nuestra ciudad.
Pués sí, Rebeca, con la frase que abre el post dais a conocer que vuestro conocimiento del medio es precario, que desde que pasasteis la enseñanza obligatoria vuestro conocimiento del auténtico entorno no ha progresado adecuadamente. Por eso y como el tiempo transcurre sin que adopteis las medidas que las personas necesitamos, os estais ganando, no aquél buenismo logsiano "necesita mejorar", si no el suspenso de nuestro bachiller combativo, el del esfuerzo y los méritos a lo aprendido.

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